¿Habéis oído hablar de los macarons? Son unos pequeños pastelitos franceses parecidos a las galletas ligeramente crujientes por fuera, esponjosos y cremosos por dentro. Se presentan de colores, a juego con el relleno que tengan. Hacía tiempo que quería hacerlos pero no me atrevía ya que, aunque su preparación no es especialmente complicada si lo es el cogerle el punto a la hora de hornearlo, ya que no deben dorarse, solo cocerse y secarse.
He de confesaros que la primera hornada que hice se hicieron más de la cuenta y me quedaron duros, así que la siguiente los deje menos tiempo, lo justo para tocarlos y que no estuviesen crudos. Luego, mientras se dejan reposar comprobé que se secan y quedan más duros.
El próximo post de macarons que suba (me han gustado mucho y pienso hacer más) los haré más sofisticados. Estos los he hecho sencillitos por probar a ver como quedaban y creo que los siguientes estarán mejor.

Ingredientes:
-4 claras de huevo
-una pizca de sal
-200 gr. de azúcar glas
-160 gr. de almendras molidas
-una cucharada de azúcar vainillado
-125 gr. de cacao en polvo
-crema de cacao para untar los macarons
Preparación:
Tamizamos el azúcar glas y las almendras molidas y los echamos en un bol. Los mezclamos.
Montamos las claras a punto de nieve junto con la pizca de sal para que queden más firmes (en Thermomix 4 min, 37º, V3´5 con mariposa). Una vez montadas las claras le agregamos la mitad de la mezcla de azúcar y almendras y lo vamos mezclando todo con movimientos envolventes de arriba a abajo para que no bajen las claras  junto con el azúcar vainillado y a continuación añadimos la otra mitad y el cacao en polvo y volvemos a mezclar.
Cogemos la bandeja del horno y le ponemos encima papel de hornear y con la ayuda de una manga pastelera, que previamente hemos rellenado con la mezcla, vamos formando los macarons y los dejamos reposar durante 35 – 45 minutos.

 

Precalentamos el horno a 150º, metemos la bandeja con los macarons y los horneamos durante unos 15 minutos aproximadamente o hasta que al tocarlos estén blandos pero hechos. Los sacamos del horno y los dejamos enfriar. Desmoldamos y los untamos con la crema de cacao formando bocadillos.