Boniato, batata, moniato, menina,… y algunos nombres más, todos ellos sinónimos de un lujo que nos ofrece la naturaleza. Lujo no por su presencia atractiva o porque su precio sea elevado, sino por todas las propiedades beneficiosas que nos ofrece esta raíz tuberosa comestible.
El boniato posee muchas propiedades beneficiosas: posee gran cantidad de fibra, por ello previene el cáncer de colon, contiene provitamina A, B1, proteínas, ácidos grasos (linoléico, oléico, esteárico y palmitoléico), reduce el nivel de colesterol, su piel contiene antioxidantes, por lo que previene enfermedades cardíacas y diabétes.
Por todo ello es considerado el quinto mejor elemento que existe, así que ¡a comer boniato!

Ingredientes:
2 solomillos de cerdo cortados a medallones
-cuatroo cinco cucharadas de aceite de oliva
-una cebolla
-dos dientes de ajos
-jengibre molido
-una cucharadita de comino
-una pizca de romero
-una pizca de canela
-pimienta negra molida
-dos cucharadas de tomate triturado
-una hoja de laurel
-azafrán o colorante
-una pastilla de caldo
-una cucharadita de pimentón dulce
-un boniato mediano pelado y cortado en cuadraditos
-un puñado de pasas
-perejil picado para adornar
Preparación:
En una olla calentamos el aceite y marcamos los medallones de solomillo. Reservamos los solomillos.
En esa misma olla, en el aceite que haya quedado, echamos la cebolla y el ajo picados y pochamos a fuego suave.

 

Agregamos el resto de ingredientes (menos el perejil) y los medallones de solomillo con todos los jugos que hallan soltado y dejamos que se guise hasta que los trozos de boniatos estén tiernos. Rectificamos la sazón.Si fuese necesario añadimos y chorrito de agua, pero no mucha para que no quede muy caldoso. Servimos y espolvoreamos el perejil picado.