Sopa de tomate gaditana, presentación:
Aunque por el título puede parecer que se trata de un caldo o puré, la sopa de tomate que tomamos en mi tierra, en Cádiz, no tiene nada que ver con el concepto que tenemos de sopa. Es una receta de aprovechamiento, muy antigua, -de la “época del hambre”, como solemos decir aquí- que nuestras abuelas solían preparar para aprovechar los restos de pan duro que iban quedando. En aquellos tiempos la cosa no estaba para andarse con derroches, así que una buena forma de darle uso al pan duro era esta, transformándolo en una sencilla y deliciosa receta que aquí en Cádiz sigue perdurando y que gusta mucho.
Consiste en hacer un sofrito, mezclarlo con pan duro remojado en agua, tomate frito casero y hierbabuena. Hoy en día, para darle un toque más actual y novedoso, muchos restaurantes incorporan gambas a esta receta. Es una manera de darle cierta categoría al plato.
Mi receta de tomate frito casero te puede servir de gran ayuda para elaborar esta receta.
La receta en vídeo:
- Servicios: para 4 personas
Sopa de tomate gaditana
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Ingredientes
- Pan - 1 barra, preferiblemente del día anterior
- Cebolla - 2
- Pimiento verde italiano - 2 medianos
- Aceite de oliva - 5 cucharadas soperas
- Tomate frito casero - 500-600 ml
- Hierbabuena - un ramito
- Sal
Instrucciones
1.-Ponemos a remojo el pan duro en un bol lleno de agua. Pelamos la cebolla y la troceamos en trozos pequeños. Enjuagamos los pimientos, les quitamos los rabitos y las semillas y los troceamos también.
2.-En una olla amplia al fuego ponemos el aceite y, una vez caliente, añadimos la cebolla y los pimientos, removemos y ponemos el fuego medio-bajo.
3.-Cuando la cebolla esté ligeramente tostada y transparente, escurrimos el pan apretándolo con las manos para que expulse el agua sobrante y lo incorporamos al sofrito, lo removemos y añadimos el tomate, el ramito de hierbabuena y sal al gusto. Volvemos a mezclar. Una vez caliente rectificamos el punto de sal si fuese necesario, retiramos las ramitas de hierbabuena y servimos en cuatro plato. Servir caliente.
Observaciones: la cantidad de tomate es al gusto. Puedes probar a poner 500 ml y, si te parece poco, añade 100 ml más.
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